ACTA
PÚBLICA
Claudia
Rodríguez
Les pesó
el linaje
A sólo 35 días de la votación federal del
próximo primero de julio, al priísta y candidato presidencial Enrique Peña
Nieto, le pesa en demasía el linaje.
Sí.
Acceder al poder con la bandera del Partido Revolucionario Institucional
(PRI), pesa. No fue gratuito que en el
año 2000 millones de ciudadanos en nuestro país cruzaran sus boletas
electorales en mayoría a favor del candidato presidencial panista, Vicente Fox
Quezada. Sus adversarios: Francisco
Labastida por el PRI, Cuauhtémoc Cárdenas de Alianza por México, sin olvidar a Manuel Camacho Solís, Porfirio Muñoz
Ledo y Gilberto Rincón Gallardo.
Casi un año previo a la votación de aquél
entonces, muchos eran los que afirmaban que Vicente Fox era la opción de
cambio, porque hasta a Cárdenas, Camacho y Muñoz Ledo –no sólo a Labastida--,
les pesaban los casi 70 años en el poder presidencial del "reinado"
priista.
Sin embargo, la atípica, inusual y
estrepitosa forma de dirigir al país de Vicente Fox –y Martita Sahagún--, como
por ejemplo la designación de las figuras del gabinete presidencial previa
búsqueda de head hunters y el "abrir las puertas" de los penales a
los capos de la droga y el crimen organizado, hizo que una gran cantidad de
mexicanos nos diéramos cuenta que la presidencia panista de Fox, pareció ser lo
peor del priismo. Así que en el 2006, la
ciudadanía volvió a olvidar al PRI representado entonces por Roberto
Madrazo. Pero la decisión presidencial
no recayó en el voto ciudadano, pues según se advirtió, la derecha y la
izquierda peleaban la posición por apenas unos sufragios, así que la
declaración del ganador fue realizada por el máximo tribunal electoral, quien
le otorgó el triunfo a Felipe Calderón.
En este 2012, parece que el único de todos
los candidatos que se ha logrado sacudir al priismo de sus espaldas, es Andrés
Manuel López Obrador, pues ni siquiera quienes hace seis años le recordaban su
pasado priísta, ahora lo hacen.
A Josefina Vázquez Mota, la candidata panista,
no se le necesita asociar con el priismo y sus ligas con algunos de ese partido
político. Le basta por ahora, lidiar con
sus adversarios dentro del mismo Partido Acción Nacional (PAN), que ya ni
dinero le quieren dar al menos para publicidad.
A Gabriel Quadri, el pasado y presente
priista lo alcanza muy fácilmente con sólo asociarlo con la ex priista y ahora aliancista
Elba Esther Gordillo y el propio Peña Nieto.
Y a éste último, sólo el apellido materno ha
servido para que lo asocien como el descendiente directo de sangre de los
priistas, que el colectivo nacional repudia continuamente. A Enrique Peña Nieto le "cargan ahora
todos, todititos los muertos": El PRI, los gobiernos corruptos y las
televisoras con ansia de control y de poder.
Peña Nieto es a quien ahora el parentesco
ideológico le pesa de manera abrumadora, por lo que su actual estrategia es
deslindarse del mismo. La pregunta es:
si es real el pronunciamiento o una simple estrategia "cacha votos".
Acta Divina…El candidato
presidencial priista, Enrique Peña Nieto advirtió a sus correligionarios; "Es la hora de romper con el pasado"…
"quien no esté dispuesto a comprometerse con la democracia, la libertad
y la transparencia, simplemente no tiene cabida en este proyecto".
actapublica@gmail.com
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