viernes, 1 de junio de 2012

Epigmenio Ibarra y los "132" son operadores de López Obrador?


¿EPIGMENIO IBARRA YA CONTAMINÓ A LOS DEL “YO SOY 132”?
José Luis Camacho Acevedo.
La demandas planteadas por los integrantes del movimiento “Yo soy 132” ante el IFE ya tuvieron un fuerte e indeseado tufo de manipulación partidista.
El guionista Epigmenio Ibarra es un personaje AMPLIAMENTE RECONOCIDO COMO “filo-lopezobradorista”. Y se ha dejado ver muy cerca de los muchachos del 132, hasta con cierta imprudencia para protegerlos de versiones de infiltraciones partidistas.
Primero corrió la versión en redes sociales de que Ibarra les produjo los spots promocionales a los estudiantes del “Yo Soy 132”. Y la verdad que algunos de esos promocionales están muy bien hechos. Una producción a la altura de la calidad de un personaje ligado al buen cine como lo es Ibarra.
Pero dejar a esos muchachos que entre sus demandas pidieran “Juicio Político a Felipe Calderón”  fue un despropósito jurídico que los exhibió como pésimamente asesorados. Al presidente de la república solo se le puede aplicar juicio político por Traición a la Patria, y no hay un elemento de ese peso que los muchachos del “Yo Soy 132” hayan presentado como para justificar semejante solicitud.
El discurso de los integrantes de ese movimiento, que nació espontáneo y continuó en sus primero días y sus acciones consecuentes como  expresión genuina de una juventud preocupada porque en México exista una democracia a la altura de la demanda de los ciudadanos parece estarse partidizando peligrosamente para su futuro como actor válido de la sociedad civil.
La exigencia de una democracia sin manipuleos del gobierno, de los partidos o de grupos de interés que finalmente son descubiertos como manipuladores de las buenas intenciones de unos jóvenes llenos de verdad y de nobleza y que terminan por acabar contaminando los móviles originales de manifestaciones limpias como fue en el inicio la del “Yo Soy 132”, que sin duda que es más importante que buscar apoyos para candidatos a puestos de elección popular.
Los jóvenes del movimiento “Yo Soy 132” han logrado importantes cambios en el proceso de elecciones presidenciales que vivimos.
Por principio obligaron a las cadenas más grandes de la televisión mexicana a que en sus canales de mayor audiencia a transmitir en cadena nacional el próximo debate entre los aspirantes presidenciales.
Luego el gobierno federal les atendió a través de la secretaría de gobernación cuando marcharon a exponer sus demandas originales.
Hasta entonces el movimiento “Yo Soy 132” se definía como “apartidista”. Después de lo ocurrido en su conferencia pro López Obrador y Anti Peña Nieto en las islas de la Ciudad Universitaria de la UNAM, esa condición quedó muerta.
Ahora el “Yo soy 132” parece que ya tiene partido. Y nadie sabe si Epigmenio Ibarra actuó como infiltrado, pero lo que es cierto es que, voluntaria o involuntariamente, eso es algo que parece cosa juzgada por la opinión pública.
De plano a Andrés Manuel López Obrador le han costado, en unos pocos días, muchas simpatías de los ciudadanos los eventos promovidos, sin su autorización según lo ha expresado él mismo, por los que se pasan de incondicionales.
Los de siempre. Los que quieren ganar por medio de la meritocracia un lugar de privilegio en el ánimo del líder; sin importarle si terminan por perjudicarlo, como es el caso con AMLO.
Y por desgracia para el tabasqueño, así son las ambiciones en la política de todo el mundo.
Y lo que le falta por venir tener que capotear.



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