lunes, 4 de junio de 2012

Solidaridad de José Luis Camacho Acevedo con Federico Arreola.


COLUMNAS

Las “necedades” de Federico Arreola juzgadas por los cercanos a AMLO

  
JOSÉ LUIS CAMACHO ACEVEDO
@jlca007
dom 3 jun 2012
Yo me he preguntado, con cierta ociosidad influida por mi amistad con Federico Arreola, ¿qué le debe Arreola a AMLO para defenderlo con todo sin esperar nada a cambio?
Nunca me lo he explicado si no es en la lógica de que reconozco en Federico a un hombre de convicciones. Y tengo que recordar para afirmar mi sentir, la sentencia de Spengler que afirma: “No importan la clase de convicciones que tenga un hombre; sino la clase de hombre que  hacen de él sus convicciones”.
Así, por años, he visto que se conduce Arreola a pesar de los altos costos que tiene que pagar, desde los mediáticos hasta los profesionales con sus implicaciones financieras negativas, y por ello acepto siempre de buena gana tener un compañero de viaje en el ejercicio de la comunicación como mi amigo Fede.
Hoy Arreola paga otro costoso precio por defender su verticalidad.
Ha “profanado” el terreno sagrado de López Obrador que es su honestidad, que en un tiempo llamó valiente y que hoy denomina “amorosa”. Arreola ha cometido el pecado de señalarle a tiempo a AMLO que sus amistades ya cuestionadas en su honestidad históricamente, le siguen haciendo daño.
En cuanto Arreola cometió semejante “sacrilegio” se le vinieron encima los cercanos, y hasta los no muy cercanos, del líder de MORENA.
Tuiteros, políticos izquierdosos golondrinos; profesionales de la izquierda; arribistas del talante del presunto  manipulador del movimiento “Yo soy 132” Epigmenio Ibarra; los esbirros de Marcelo Ebrard, entre otros lopezobradoristas, le han espetado a Federico Arreola, de manera por demás grosera, críticas infundadas; lo han ofendido y le han tratado de convertir en un traidor a la causa de MORENA.
Y se han topado con la dura realidad. La cena organizada en la casa de Luis Creel en Las Lomas donde se pasó una charola a un grupo de desconfiados empresarios a quienes les los organizadores, Mandoky, Cr eel, Luis Costa Bonino, y el pretenso secretario de energía en el gobierno de López Obrador en caso de ganar las elecciones, les pidieron 6 millones de dólares para apoyar la campaña del tabasqueño.
Y regresaron de inmediato los recuerdos de Bejarano e Imaz con el pillo del argentino Ahumada. Y reaparecieron las noticias sobre los fabulosos negocios inmobiliarios de Ebrard en compañía de Manuel Camacho, Juan Enríquez y el secretario de desarrollo urbano del gobierno del DF.
La realidad es terca. Allí está otra vez López Obrador en un injusto contexto de duda acerca del cuidado que tiene de que sus “cercanos” no se pasen de listos y pretendan hacer negocios al amparo del poder desde la campaña misma.
Todo indica que Arreola no se equivocó en sus advertencias a López Obrador acerca de su descuido de la honestidad de sus “cercanos”.
Pero no es el caso tratar de justificar en estas modestas notas que Arreola tuvo razón en su mínimo, pero honesto diferendo, con el exceso de confianza del dirigente de MORENA.
El acierto de Arreola al pedir transparencia, rendición clara de cuentas y honestidad en el manejo de las campañas se hace extensivo al priísta Enrique Peña Nieto a quienes personajes como Carlos Salinas de Gortari de ninguna manera le otorgan el mejor de los créditos en el delicado rubro de la honradez en la función pública.
Por eso los estudiantes del movimiento “Yo Soy 132” traen la máscara de Salinas como símbolo de la corrupción y la connivencia del viejo PRI.
Y menos a la extinta Josefina Vázquez Mota, quien hace campaña utilizando el dinero del gobierno, mucho de él de una procedencia tan dudosa como el que manejaron en Baja California los amigos del actual gobernador panista o de los mandatarios de Jalisco de la calaña de Emilio González o su salvador electoral Juan Manuel Oliva, el gran saqueador de Guanajuato.
Peña y sus lastres gratuitos como Yarrington, Salinas o lo ocurrido en la feria del libro en Guadalajara.
Josefina y sus desbarres con la utilización de los programas  del dinero de SEDESOL y SS en su campaña llena de mentiras y sin poder quitarse de encima el pertenecer al partido de Calderón.
Y ahora AMLO y la Charola de las Lomas y todo lo que destapó.
En medio de ese lodazal advertido por Arreola a AMLO, serán celebradas las elecciones del 1 de julio.
Tienes la razón y mi muy poca importante solidaridad Federico. 

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