jueves, 22 de septiembre de 2011

Guanajuato: 20 años de intolerancia panista

GUANAJUATO. CARLOS MEDINA Y LA DEMOCRACIA INTERINA. (1)

José Luis Camacho Acevedo.

Este año se ventila en los medios de Guanajuato el 20 aniversario de que el PAN gobierna el estado.

Protagonista de ese episodio, hoy relato mi desencuentro con Carlos Medina apoyándome en el libro de Edgar González Ruíz, GUANAJUATO, LA DEMOCRACIA INTERINA, quien al igual que el redactor de estas notas, fue denunciado penalmente por Carlos Medina Plascencia por los delitos de difamación y calumnias según la ley de imprenta de la entidad que databa de 1951.

En ese tiempo, 1994, yo colaboraba en El Economista y radicaba la mayor del tiempo en la ciudad de México.

Cuando me informaron de que Medina, a través de su secretario de gobierno, Felipe Arturo Camarena, había presentado una demanda penal en mi contra, designé mi abogado al excelente jurista Gabino Carbajo Zúñiga.

Carbajo estudió la demanda y las jurisprudencias más recientes de ese tipo de acusaciones. Encontró los fundamentos de Ley y me dijo: “Mira, lo más que puede hacer Medina es mandar detenerte, yo presentó un amparo fundado y motivado en los códigos que ya estudié, lo hago y en dos horas estás afuera”. Esos delitos, como lo presagiaba con su gran intuición de jurista que hacía honor a la tradición guanajuatense en la materia, Gabino Carbajo contestó que funcionalmente ya no procedían y que pronto dejarían de estar en las leyes de imprenta.

Y así es hoy la nueva legislación sobre la libertad de expresión.

En México, un grupo de periodistas que nos reuníamos en el departamento-oficina que tiene Francisco Martín Moreno en Polanco y que convocaba María Elena Pérez-Jaen, me sugirieron lo siguiente: “Aguante las 72 horas en la cárcel y vamos todos y nos ponemos en huelga de hambre hasta que Medina responda a las acusaciones que le haces”.

Entre otros, además de Martín Moreno, estaban Joaquín López-Dóriga y Federico Arreola.

Yo me regresé a Guanajuato y cité en mi casa a mi abogado y a varios compañeros periodistas que con los que después fundamos un grupo llamado El Ateneo.

Y ellos me dijeron que era buena idea la de mis amigos periodistas de México. Que haríamos una gran manifestación en defensa de la libertad de expresión.

Acudí acompañado de Gabino Carbajo y los compañeros de El Ateneo a declarar ante el ministerio público en la vieja cárcel de Salgado.

Un joven y asustado abogado que cubría el turno de agente del ministerio público me recibió y solo me preguntó que cuáles eran mis argumentos para rechazar la acusación.

Entonces tomó la palabra Gabino Carbajo y dijo sus argumentos en mi defensa. Convincentes, fundamentados y apoyados en un discurso de El Nigromante en defensa de la libertad de expresión que Carbajo rescató de su biblioteca.

El ministerio público pidió permiso para ausentarse un momento. Esperamos alrededor de 15 minutos, me dijo que si ampliaba mi declaración y lo hice de acuerdo a lo que me había instruido Carbajo Zúñiga.

Mi abogado pidió que se nos recibiera nuestra demanda, en la que también firmó Edgar González Ruíz, en contra de faltas a la Ley y abuso de autoridad cometidas por Carlos Medina en los procesos electorales en Guanajuato.

Recibió el joven y asustado abogado, casi temblando, la denuncia y nos dijo que nos llamaría para lo procedente.

Carbajo pidió que se me detuviera y el agente se negó a hacerlo.

Nunca más volvieron a citarnos ni al redactor de estas notas ni a mi compañero Edgar González.

Refiero unas frases del libro de González Ruíz donde se documenta el incidente en su claro estilo de ensayista política inigualable que sigue siendo.

Página 96 párrafo 3: “De acuerdo con la nota publicada el 7 de febrero en La Jornada: “Medina Plascencia mencionó, por ejemplo, que denunciaría penalmente al periodista Edgar González Ruíz. De la revista Siempre!, por un artículo calumnioso en su contra”.

Página 96 Párrafo 6: Ahora bien –decía Medina Plascencia, de acuerdo a la nota publicada en El Nacional de Guanajuato- “yo creo que la andanada no va a parar ahí, porque vemos ahora cómo medios informativos, ya no solo locales, como el periódico que tiene Gobernación, sino también medios nacionales como la revista Siempre!, donde (sic) Edgar González va a ser demandado por un servidor (n.b: hay servidores demandantes), por la difamación y calumnia que ha hecho en mi contra. Y vemos también como otras revistas como Época, a la que le negué una entrevista porque yo no estaba dispuesto a algo que ya sabía para donde iban (saludable lógica: sólo estar dispuesto a lo que se desconoce), y que efectivamente ustedes pueden leer en dicha revista cuál era la intención aparentemente hacer una evaluación y una presentación de cómo trabajan gobiernos estatales diferentes a los que tradicionalmente han gobernado esos lugares” (No piense el lector que hay errores de tipografía o formación en este párrafo y el siguiente; así están transcritas las palabras de Medina Plascencia)

O sea que Medina es un burro hasta para hablar.

Página 97 párrafo 3: La santa ira de Medina contra Época se debía a un artículo titulado “Guanajuato. Intolerancia, característica de un gobernador” de Martín Moreno…..

Página 97 Párrafo 5: Prueba de la intolerancia de del gobierno medinista fue la denuncia penal que Felipe Arturo Camarena, ex policía y secretario general de gobierno nombrado por Medina, interpuso en contra del periodista José Luis Camacho Acevedo.

Camacho Acevedo denunció en la edición regional de El Nacional, que el secretario de gobierno había cometido un delito electoral porque emitió a destiempo la convocatoria para las pasadas elecciones municipales, el 4 de diciembre y porque, al tratar de enmendar el error alteró el periódico oficial.

El lunes continuaré citando párrafos referentes a mi experiencia que consigna el citado Libro de Edgar González Ruíz, así como mis vivencias del proceso legislativo que ungió gobernador a Medina, acto realizado por una cámara local de la que yo era diputado suplente con licencia, porque mi propietario Roberto Garza decidió ausentarse de la cámara, y afortunadamente no tuve que protestar el cargo debido a que me lo impedía la ley de servidores públicos por estar desempeñando una función en el gobierno federal.

Pueden ver portada del Libro de Edgar González y copias de las páginas que refiero, en el Blog de Grupo Camacho: “lacolumnadegarmendia.blogspot.com”

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