viernes, 18 de mayo de 2012

Peña Nieto en los foros de la Fundación Colosio. Educación celebrado en Guadalajara.


Secretaría de Prensa CEN PRI
01:43 (hace 4 horas)
para bcc: 
GUADALAJARA, JAL., 17 DE MAYO DE 2012.

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DEL DISCURSO DEL LIC. ENRIQUE PEÑA NIETO, CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA POR LA COALICIÓN COMPROMISO POR MÉXICO, DURANTE LOSENCUENTROS POR EL FUTURO DE MÉXICOFUTURO EDUCATIVO, ORGANIZADO POR LA FUNDACIÓN COLOSIO EN ESTA CIUDAD.

Muy buenas tardes a todas y a todos ustedes.

Es para su servidor un gran honor regresar aquí a Guadalajara, donde justamente el 30 de marzo inicié esta campaña, y donde convoqué a todo el pueblo de México a que hicieran suyo este proyecto. Un proyecto que busca sembrar nueva esperanza entre los mexicanos, y que ese día lo significamos encendiendo la luz de la esperanza, de lo que requiere la gran mayoría del pueblo de México: un cambio que con rumbo y con estabilidad permita que México tenga mejores condiciones.

Y por ello celebro estar nuevamente aquí en Guadalajara, de estar acompañado de quien, espero, reciba el respaldo mayoritario de la sociedad jalisciense, para convertirse muy pronto en el próximo gobernador de esta entidad, Jorge Aristóteles.

Agradecer nuevamente a la Fundación Colosio, a su presidente, mi paisano, César Camacho Quiroz, esta espléndida convocatoria para revisar un tema que es central en el desarrollo de cualquier nación: la educación.

Y por ello, quiero extender mi reconocimiento y agradecimiento a los especialistas que participaron en las distintas mesas que abordaron varios temas vinculados a la educación, y que, sin duda, han sido expuestos de manera sintetizada en quienes han sido relatores de las conclusiones a las que se llegó en las distintas mesas.

Agradezco a los relatores y especialistas que participaron en estas mesas, a quienes les acompañan conocimiento, trayectoria profesional en el servicio público, en la academia, en el estudio, y que gentilmente decidieron participar en la convocatoria de la Fundación Colosio para compartirnos su visión, su experiencia y lo que, en opinión de ustedes, debiera servir a que México realmente acometa este reto educativo de mejor manera.

En lo que yo señalo, tenemos de manera muy particular dos grandes retos, pero que va acompañado de otros más, vinculados a la educación, que sin duda aquí han claramente sido fijados, y que será ahora voluntad y capacidad de ejecución del gobierno que quiero encabezar, el que realmente permita que mucho de lo que aquí ya se ha hablado, se materialice y sea realidad para los mexicanos.

Estos dos retos significan: primero, ampliar la cobertura educativa, la que en el pasado permitió, sin duda, en los esfuerzos de varios gobiernos, atender lo que entonces era un gran reto: acabar o abatir y disminuir el analfabetismo del país; lograr una mayor cobertura, sobre todo en el nivel básico. Y que debemos decir, en logro de los mexicanos, en el siglo XX se logró este gran reto.

Ahora, en este siglo XXI, son otros los retos que tenemos en materia educativa. Como bien dijera Eugenia en su exposición: la constante es que todo cambia; lo que es común de cada tiempo y cada momento, es el cambio. Y en este cambio hoy México enfrenta nuevos retos en el tema educativo.

Lograr que la cobertura sea por igual y sea amplia y extensa a todos los mexicanos; que realmente los mexicanos, nuestra niñez y nuestra juventud, tengan la oportunidad de estudiar con acceso a la educación en todos sus niveles, con lo cual acercamos una herramienta de igualdad para el pueblo de México, a través de la educación.

Y para lograrlo -como expresara Adrián en su exposición--, no se trata de que la educación marque diferencias a partir de condiciones socioeconómicas o de ubicación geográfica de los mexicanos; la educación debe ser un elemento de igualdad, de equidad para todo el pueblo de México, que debe encontrar en la educación la oportunidad de hacerse de las herramientas de los conocimientos, que después permitan a cada mexicano encontrar oportunidad para construir su propia historia de éxito.

Que el desempeño de cada mexicano no se encuentre limitado por no haber encontrado herramientas educativas eficientes en su desarrollo, sino más bien que a partir de haberlas encontrado, cada quien pueda descollar y hacer camino individual de éxito, a partir de esas herramientas.

El otro tema, el otro gran reto: la calidad de la educación. Es claro y ya señalado de manera reiterada, que México hoy encuentra deficiencias en la formación que recibe nuestros niños y nuestros jóvenes; que la calidad de la educación no es de la que se demanda en el mundo de mayor competencia, de alta competencia, y en el mundo global. Y México no puede aislarse, ni puede estar en una burbuja que le aparte del resto del mundo.

Nuestros jóvenes y nuestros niños exigen y demandan una educación de mayor calidad, que les prepare adecuadamente para enfrentar justamente las exigencias y los retos de este mundo competido, para que realmente su participación en el mundo productivo les pueda deparar a cada quien condiciones de éxito y de un porvenir más promisorio; pero que eso depende de las bases y de la calidad de la educación que reciban.

En estos dos grandes objetivos he centrado el compromiso que vengo haciendo con los mexicanos. Y que a lo largo de esta campaña he asumido compromiso para dar cobertura, para realmente trabajar en la calidad de la educación que México merece.

Y déjenme sólo referir algunos de ellos, y que en parte son compartidos con las conclusiones que aquí se han expuesto:

Primero de ellos. Me he comprometido ya a ampliar la cobertura de la educación, sobre todo en el nivel preparatoria, de bachillerato y de universidad, que actualmente no alcanza a los mexicanos.

En el primero, en el de preparatoria, uno de cada tres mexicanos se queda sin poder estudiar este nivel de educación, porque no hay cobertura suficiente. Y en la universidad, dos de cada tres mexicanos, se ven impedidos de poder estudiar la universidad, simplemente porque no hay oferta suficiente.

Me he comprometido para que en los siguientes seis años aceleremos el proceso de cobertura y la preparatoria llegue a todos mexicanos. Y que la universidad, a través del uso de nuevas tecnologías y de optimizar los espacios que actualmente se tienen construidos --y por supuesto de ampliar también la construcción de nuevos espacios de nivel universitario--, permita que un millón y medio más de jóvenes en el país puedan estudiar la universidad, que actualmente sólo tres millones lo pueden hacer.

También me he comprometido para que elevemos la calidad a la educación. Esto tiene que ver con lo que ya se expuso aquí: cambiar la currícula; ocuparnos de educar con lo que los mercados laborales hoy están demandando. Y esto implica, entre otras acciones, invertir más en ciencia, en tecnología; porque es en la era del conocimiento donde la riqueza que el país potencialmente puedan generar, estará soportada en la educación y en el conocimiento.

México ha hablado mucho sobre este tema, pero poco ha hecho para realmente lograr que el conocimiento dado a través de la educación, sea lo que propicie las riquezas que México deba tener.

Todos partimos de reconocer que México tiene un gran potencial para crecer económicamente, para generar riquezas y para que esa riqueza sea --a través de los instrumentos que el estado propicie-- distribuida de manera más igualitaria entre los mexicanos.

Pero, para eso, para generar esa riqueza, necesitamos del conocimiento. Otros países lograron entenderlo antes, y, con visión, lograron insertarse en la era del conocimiento de manera exitosa.

Corea del Sur es el caso más citado con frecuencia, cuando se trata de ilustrar este tema: un país que tenía un ingreso per cápita menor al de México hace apenas 30 años, y que entendió que iba a ser el conocimiento lo que habría de generar la riqueza, y que invirtió de manera decidida en ciencia, en tecnologías, en innovación para los procesos productivos y que, a la postre, fue un país que invierte seis veces más que lo que actualmente invierte México, permita que su población tenga un ingreso per cápita del doble de lo que tenemos en México.

Este es el sentido y significado que tiene entender lo que es invertir en ciencia y tecnología.

Y aunque algunos postulen la necesidad de crear, para muchos de los temas que aquí fueron referidos, secretarías de estado, yo creo que no se trata de crear más burocracia; sino  más bien de lograr las inversiones, a partir de una voluntad del estado comprometida en estos temas, que permita que lo que aquí se demanda como una necesidad apremiante para la educación en el país, realmente se lleve a cabo.

Porque de buenos propósitos, ya tenemos muchos. Han pasado años de señalados buenos propósitos, y poco se observa en la realidad. Hoy se trata de ejecutar realmente lo que claramente está diagnosticado y el país necesita.

Y entre esas acciones está el invertir en ciencia y tecnología, que es justamente lo que estaba refiriendo. Y donde sólo en este tema me parece central el lograr un cuerdo entre las instituciones educativas, entre los empresarios y la planta productiva del país y el gobierno, que permita en esta alianza estratégica de estos tres sectores de nuestra sociedad, el comprometernos a invertir en innovación, en ciencia y en tecnología, orientando los esfuerzos para que el mercado laboral realmente pueda absorber a la juventud que, egresada de las distintas asignaturas y disciplinas de la universidad y de los estudios tecnológicos, pueda realmente participar de la generación de la riqueza.


Este es el reto, este es el ciclo que tenemos que cubrir. Y lo que permitirá que esto sea posible es la capacidad de ejecución de un gobierno: que tenga claramente los objetivos señalados y pueda realmente dedicar los esfuerzos, alineando la participación de las entidades públicas del gobierno, para que esto se realice.

Quiero también señalar otro compromiso que va claramente en vinculación a lo que aquí ya se expuso también. Nuestros niños necesitan de mayor tiempo en la escuela para que no sólo puedan cubrir la currícula educativa que se tiene, que habrá que reditarse para que el contenido educativo realmente responda a las exigencias del mundo actual;  pero también, además de cursar esta currícula, que se tenga espacio dedicado a la actividad  cultural, recreativa, deportiva, y que realmente le dé mayores capacidades a nuestros educandos.

Si no logramos esto, seguiremos en esta inercia, que a la postre no ha dado resultados satisfactorios. Cuando somos evaluados en el desempeño académico de nuestros alumnos, el resultado no es satisfactorio.

Y por eso tenemos que incidir en políticas públicas dedicadas, focalizadas, a revertir esta convicción dentro de la educación del país.

He propuesto y me he comprometido para que alcancemos el que al menos 40 mil escuelas de educación básica, sean escuelas de jornada completa, de tiempo completo, para que ellas, que cubren más del 50 por ciento de la matrícula educativa del nivel básico, se tenga la oportunidad de dar esta atención, con estos beneficios de la escuela de tiempo completo.

Me he pronunciado también por hacer evaluación a nuestros maestros, a nuestros docentes, para realmente lograr algo muy importante: cambiar los incentivos que el maestro tiene, para lograr un mejor desempeño en los alumnos. El incentivo no tiene que estar señalado --como aquí ya se señaló-- para que el maestro tenga mejores espacios de participación dentro del escalafón magisterial; no para participar o prepararse para tener mejores posiciones dentro de la burocracia educativa, sino más bien tener los incentivos alineados y los estímulos que el maestro deba recibir a partir del desempeño académico de sus alumnos.

Y entonces veremos a maestras y maestros, para quienes resulten mejor y de mayor incentivo prepararse, formarse, actualizarse en conocimientos, que absorban después sus alumnos, porque esto tendrá un estímulo y una recompensa, que esté marcada por el nuevo diseño educativo que el país deba tener.

Coincido en lo que expuso aquí también Guillermo Pérez Sandoval, medallista olímpico de nuestro país, orgullo nacional, ejemplo para los jóvenes de nuestro país, haber obtenido medalla en los Juegos Olímpicos recientemente celebrados, en el taekwondo, cuando hablara del deporte.

Esta actividad --que pareciera sólo recreativa, pero que también es formativa--, debe permitir que los jóvenes desarrollen en educación: mente sana y cuerpo sano. Y que en las distintas disciplinas deportivas, que esperamos nuestros jóvenes y nuestros atletas tengan un mejor desempeño, esto no va a llegar por la buena suerte o porque tengamos buena fortuna en las justas deportivas en las que participamos.

Tenemos que tener el diseño de una nueva política en materia de deporte, que realmente potencie las habilidades, capacidades y cualidades de nuestros jóvenes, que les hagan realmente tener todos los días formación deportiva, como otros países ya lo han hecho. Porque tampoco estamos descubriendo el hilo negro, sino a este gran diagnóstico que tenemos, por qué no aprovechar las herramientas que en otras latitudes han probado ser exitosas, y que México debiera tener en el diseño de políticas públicas, dedicadas a que realmente esto sea posible.

Me he comprometido realmente para tener una política educativa en materia del deporte, y que --espero yo-- en el paso de algunos años, el rendimiento de nuestros atletas con mayor formación, con más tiempo dedicado a su preparación, con mejores preparadores también, que tengan estímulos suficientes, pueda sin duda México descollar, significarse y tener un mejor desempeño deportivo en las varias disciplinas donde participemos en los distintos eventos deportivos, en el que México participe y concurse.

Lo que aquí hemos escuchado no es tema menor, y menos lo es cuando la opción que represento está decidida a ser un gobierno eficaz, que dé mejores resultados a la población.

Participo en esta competencia democrática, no en una justa política más, no sólo por darme espacio de participación más dentro de la política, no se trata de eso. Aquí estoy participando, acompañado de liderazgos y de figuras que, dentro de mi partido y fuera de mi partido, en condición apartidista, han decidido abonar a la construcción de propuestas, que realmente mañana materializadas, permitan que México vaya a mejores condiciones.

Porque el balance que hacemos de la condición que hoy México tiene, a nadie satisface. Un México cargado y marcado por la inseguridad, por el bajo crecimiento económico, por la ausencia de empleos que los mexicanos demandan; un México marcado por mayor número de pobres o mayor número de mexicanos en condición de pobreza, que esto es justamente lo que tenemos que revertir.

Y esto debe llevarnos, para que dentro de la competencia democrática sea también un espacio para definir, a partir de un diagnóstico más preciso de lo que México carece, también denfinir cuáles serán las acciones que habremos de llevar a cabo.

Y por eso, somos el único partido que ha abierto un espacio de participación a la sociedad en general, a través de quienes tienen experiencia acreditada en las materias que estamos abordando, para realmente enriquecer visión, y sobre todo propuestas de solución a los problemas que hoy vive México.

Es por ello que me felicito de participar en este encuentro de la Fundación Colosio, el tercero que realiza. Ya realizamos el de economía en Puebla, que aportó mucho para que México retome el camino del crecimiento económico.

En San Luis Potosí, donde abordamos el tema de seguridad de justicia.

Y aquí un tema que es central y pivote del desarrollo para el país: el de la educación.

Yo hago votos, porque realmente la propuesta que venimos construyendo con la participación de quienes, con conocimiento y experiencia, son actores representativos de la sociedad mexicana, esta propuesta que aquí se recoge, realmente apoye y sirva de manera eficiente a la construcción de las políticas públicas que habremos de emprender para la educación en el país.

México lo necesita, México lo demanda y México no puede perder más tiempo para realmente transitar a mejores políticas en materia educativa, que realmente le den a México mejores condiciones.

Estos son los retos y estos son los compromisos.

Quiero finalmente concluir con un reconocimiento a la Fundación Colosio. Porque estos espacios que ha abierto de discusión, de debate y de propuesta para impulsar políticas públicas para un mejor país, debo decirlo, es el único partido que se ha ocupado de hacerlo y de lograr esta participación: el partido en el que milito con orgullo.

Y que esta Fundación realmente esté logrando, sólo en este espacio, que a través de las redes sociales 8 millones de mexicanos hayan participado y sigan el curso de este foro sobre educación.

¡Felicidades a la Fundación Colosio! Porque ha logrado hacer una nueva forma de comunicación pública para la definición de políticas públicas para el país.

Y hay una razón de fondo en esto que venimos haciendo: México no puede seguir caminando, desde el ejercicio de la gestión pública, bajo la improvisación.

No podemos permitirnos que el país siga siendo un país que se inspire sólo en los buenos propósitos y que muy poca capacidad de ejecución se tenga acreditada y no genere mayor certidumbre a lo que el país realmente demanda y necesita.

Por eso, este es el sentido de estos foros que viene realizando la Fundación Colosio.

Me congratulo de participar en él. Y reitero mi agradecimiento a quienes, con su participación y su propuesta, enriquecen la visión y tarea que el partido hoy viene haciendo, para fortalecer las políticas públicas, que el día de mañana, como gobierno, habremos de llevar a cabo.

Me someto a la evaluación que la sociedad mexicana viene haciendo, y espero que recoja con beneplácito estas propuestas, porque, sin duda, tienen una única orientación y un único propósito: que México esté mejor.

Muchísimas gracias.

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