miércoles, 18 de julio de 2012

Opinión de Francisco Rodríguez.


19 de Julio de 2012

ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ

Monseñor y la Democracia

Don Abelardo Alvarado Alcántara, Obispo Auxiliar Emérito de la Arquidiócesis de México, es sin duda una de las voces más lúcidas y más respetadas de la Iglesia Católica Mexicana. Ya en otras ocasiones he compartido con usted en este espacio textos de su autoría, pero a mi juicio el que le transcribo hoy –intitulado por Monseñor como “La Democracia en México”-- no tiene desperdicio alguno. Aclaro solamente que mi aportación es la del subrayado de aquellas frases que me parecen clave:
En las recientes elecciones del primero de julio pasado, se pusieron de manifiestocircunstancias que se han venido perfilando en estos últimos años y que ponen en duda la legitimidad de los resultados y nos hacen ver que nuestra democracia resulta aún imperfecta, a pesar de las leyes (COPIFE) e instituciones que se han creado (IFE, TRIFE) para asegurar unas elecciones libres y auténticas, tal como lo establece nuestra Constitución (Art. 41).
Las supuestas irregularidades que se cometieron el día de la elección parecen ser las normales en una votación en que supone un trabajo arduo y complejo (actualizar el padrón electoral, imprimir millones de boletas, instalar las casillas, representantes de los partidos que verifiquen el desarrollo de la elección, el conteo de los votos, las actas que dan fe de los resultados, los miles de observadores nacionales y extranjeros, etc. etc.). Es decir, se trata de errores humanos que no inciden gravemente en el resultado de la elección.
Pero hay una serie de factores que se dan al margen de la jornada electoral, durante las campañas previas que realizan los partidos y que son los que dan lugar a la impugnación de los resultados.
El manejo de la información en los medios, la publicidad de los partidos (utilización de las bardas, espectaculares, spots en la tv, anuncios en los periódicos), las encuestas que dan a conocer las empresas encuestadoras
-que crean en las personas la impresión de que algún candidato va a ser el triunfador-, el manejo de los programas de gobierno, el reparto de ayudas y dádivas a la gente -despensas, electrodomésticos, materiales de construcción, monederos electrónicos, etc. etc.) no cabe duda que influyen en la voluntad de los votantes.
Es obvio que toda campaña trata de influir en la voluntad de los destinatarios. En este caso, las campañas deberían estar más enfocadas a conseguir un voto razonado y bien informado. Pero ¿de qué manera y qué tanto influyen? Es difícil determinarlo. Sin embargo esto es lo que ha dado lugar a que se piense que hay inequidad en la elecciónParticularmente el dinero aportado por los particulares se presta a la sospecha de rebase en el tope de gastos de campaña establecido por la ley y a la  coacción y compra de votos, ya que es dinero que no siempre queda contabilizado como gastos de campaña y se maneja a través de estructuras paralelas de financiamiento, según la denuncia.
Todo este planteamiento de problemas que se vienen dando en el proceso de las elecciones en México, los analistas políticos y columnistas  de los medios los han venido analizando y proponiendo diferentes opiniones, unas más serias que otras.
Sin embargo, más allá de estos aspectos que tendrán que irse mejorando tal vez mediante nuevas reformas a las leyes electorales, hay un problema de fondo: la educación y la cultura que tenemos los mexicanos y que mientras no cambie no podemos esperar que el pueblo de México sea un pueblo donde se practica una verdadera democracia.
La democracia no termina en la emisión del voto y en contar los votos. La verdadera democracia supone el conocimiento y  la convicción de los derechos y deberes de cada ciudadano y por consiguiente, su participación en la búsqueda y consecución del bien común. Debemos entender que una convivencia pacífica y armoniosa requiere educarnos a la aceptación y respeto del otro y de las legítimas diferencias de nuestras opciones y preferencias políticas.
Un país con ciento diez millones de habitantes necesariamente es un país muy plural en sus convicciones y preferencias políticas que necesariamente conducen a la creación de diversos partidos políticos. Los partidos deben definir su identidad ideológica y programática, proponer una plataforma de principios y un programa de acción que responda a los problemas y necesidades del país. Necesitan crear sus bases, tener estructuras  y de manera particular formar liderazgos sin los cuales no podrán influir en sociedad.
A México le queda un largo camino por recorrer para llegar a una vida democrática madura. Tengamos paciencia y trabajemos por avanzar en nuestros esfuerzos por construir un México mejor.
¿Verdad que no tiene desperdicio el punto de vista de Monseñor Alvarado Alcántara?

Índice Flamígero: ¿Con cuántos gobernadores cenó la noche del martes el ex ocupante de Los Pinos Carlos Salinas de Gortari (1988-1994)? ¿De qué hablaron? ¿Qué tiene esto qué ver con los movimientos obligados –“caídas para arriba”, dirían algunos-- de algunos de ellos a secretarías del Despacho Presidencial? + + + “La Maldición de Malinche”, es el título de la colaboración este día de don Alfredo Álvarez Barrón, El Poeta del Nopal, quien se muestra sorprendido por “la feroz crítica del diario español El País hacia el candidato de la izquierda Andrés Manuel López Obrador, donde lo califican de ser un lastre para su partido y el perdedor de un proceso electoral que por cierto aún no concluye legalmente. Por supuesto, la mayoría de los medios informativos se han dedicado a festejar alegremente el mencionado editorial que más que artículo de opinión parece inserción pagada; pero que españoles tan optimistas: con su propio país cayéndose a pedazos todavía se dan ánimos para impartir lecciones de democracia: En este mundo al revés / a su febril alegato, / respondo con sencillez: / Zapatero...a tus zapatos.” + + + “Menos días, señor Calderón”. Ya sólo faltan 135 y… ¡adiós!

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