La carestía que sigue afectando cada semana a los productos de la canasta básica en México; las evidentes señales de que estamos inmersos en una dependencia alimentaria que pone en peligro nuestra seguridad nacional (aunque el discurso descarado y mentiroso de Alberto Cárdenas y Eduardo Sojo sea el de que somos una nación "blindada alimentariamente"; y el deterioro en la calidad de vida de los mexicanos que siguen a pasos agifgantados acercándose a los niveles de países tan dramáticamente pobres y hambrientos como los africanos, obliga a replantear todas las políticas públicas, en todos los niveles del gobierno, para evitar una crisis que desemboque en violencia.
En los últimos tres meses México ha gastado mas de CINCO MIL MILLONES DE DÓLARES en la compra de alimentos extranjeros.
Y cuando llegue el día en que los países que ahora son nuestros abastecedores se blinden y ya no nos quieran vender trigo, arroz o alguno de los alimentos mas importantes de la canastas básica, qué vamos a hacer?
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