Lunes 19-IX-11.
ACTA PÚBLICA
Claudia Pública
Sin prevención estamos perdidos.
Una ciudad en la que sus autoridades no son capaces de informar a sus habitantes de forma eficaz y oportuna de alternativas de circulación por eventos como obras o incluso accidentes, de ninguna forma puede presumir de estar preparada para enfrentar de la mejor manera y con el menor número de heridos y hasta muertos, un terremoto.
Y para muestra, uno de tantos botones de la cotidianidad:
La noche del sábado alrededor de las nueve de la noche, me incorporé --en mi vehículo en el que viajaba con mis hijos-- al Periférico Norte a la altura de la Fuente de Petróleos, aquí en la Ciudad de México. El tráfico era muy intenso y pensé, o un accidente o un cierre vehicular. Mi instinto me avisó que lo más seguro era que tal vez ese circular parsimonioso se debía al cierre de los carriles de alta velocidad. Contacté con una persona que siempre está más que al día con las noticias, digamos que maneja agendas futuras, quien me notificó que el cierre era de Legaria a Cuatro Caminos, lo que me alentó a seguir por el Periférico.
En Palmas empezó el verdadero viacrucis. Ríos de carros que se peleaban los cruces, o bien, que pasaban sin preferencia alguna con semáforos apagados. Tras casi hora y media, llegamos de nuevo al Periféfico con rumbo a Tecamachalco y con ruta incierta.
Empecé a despotricar y por un momento pensé que era yo la única que sentía esa desesperación. Me sentí perdida, más al ver la reacción de otros conductores de vehículos particulares y de transporte público e incluso pasajeros y transeúntes, entendí que éramos presa de un terrible operativo de cierre vehicular.
Mis hijos estaban más que asustados y emprendí la ruta a la inversa. Fuimos acogidos por unos familiares en su casa. ¿Pero y todos quienes no tenían un lugar de retorno?
Busqué en los diarios en la mañana del domingo y todos advertían del cierre vehicular entre Legaria y Cuatro Caminos, pero pocos fueron los que señalaron que desde el fin de semana anterior hasta el primero del mes de octubre, el horario del cierre total de Periférico Norte se realizará de ocho de la noche a ocho de la mañana los días viernes y sábado por la construcción del segundo piso entre Palmas y Cuatro Caminos a cargo de la empresa Obrascon-Huarte-Lain (OHL).
Vecinos de Loma de Sotelo, Tecamachalco y Lomas Hipódromo, entre otras colonias, previamente conocieron del asunto debido a que para ellos han sido un verdadero calvario las obras regulares del segundo piso y a este cierre total, externaron su preocupación ante autoridades de tránsito y vialidad de diversas instituciones a quienes pidieron operativos para agilizar la circulación entre el Distrito Federal y el Estado de México en esa zona. Pero puedo decirles, que los operativos se limitaron a un gran número de patrullas circulando entre el enredado tráfico vehicular, así como uno que otro vehículo del Ejército. De señalizaciones congruentes y oportunas, así como de rutas alternativas nada.
Si todo sigue como el sábado anterior, no quiero ni imaginar que pasará el próximo viernes cuando a esa hora circulan miles de personas que terminan con sus rutinas obligatorias.
Ahora entiendo porque Marcelo Ebrard con motivo del vigésimo sexto aniversario del terremoto de 1985, alista cuatro morgues en caso de un movimiento telúrico similar o más grave.
De prevención nada. Si no se pueden organizar para avisar de cierres a la circulación y informar de rutas alternas, así como hacerlas fluir es seguro que en caso de un mega sismo estemos fritos.
Acta Divina… OHL, el viernes 2 de septiembre realizó un primer cierre de Periférico Norte, sin colocar señalamientos para que los automovilistas tomarán alternativas viales y previsiones en sus trayectos entre el Estado de México y el Distrito Federal.
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