lunes, 19 de septiembre de 2011

Gobierno abierto: Obama, Congruencia. Calderón, cinismo

GOBIERNO ABIERTO: EN OBAMA ES CONGRUENCIA; EN CALDERON ES CINISMO.

José Luis Camacho Acevedo.

Hace cinco años, desde que se empezó a despegar Barack Obama de Hillary Clinton en las preferencias de los Demócratas para definir la candidatura de ese partido a la presidencia de Estados Unidos, los principales analistas de aquel país coincidieron en el factor positivo, que había representado en esos niveles de aceptación, había sido su discurso apoyado en las principales tesis de Open Goverment.

Y a pesar de haber tenido duros momentos en su desempeño al frente del gobierno de Estados Unidos, Obama sigue leal a las tesis de Open Goverment.

El gobierno abierto, con un ejercicio del poder caracterizado por la transparencia: con la posibilidad del ciudadano de opinar y ser escuchado; con las puertas del gobierno sin cerrojos burocráticos para expresar por igual quejas y propuestas; el presidente norteamericano ganó confianza y adeptos en mayor número que consiguieron sus exitosas estrategias que operó en las redes sociales.

Obama recaudó millones de dólares por la vía de las redes sociales. Sin duda que esa estrategia le funcionó también para ganar adeptos; pero todos los expertos coinciden en que fue más exitosa en la captación de fondos para su campaña que en el terreno de la aceptación popular.

Ese es un tema, el de la efectividad de las redes sociales en las campañas electorales y en los movimientos sociales como los que ocurrieron y siguen ocurriendo en el medio oriente por ejemplo, serán objeto de otra columna.

Por ahora nos concentraremos en analizar qué podemos esperar de la firma de Felipe Calderón de La Declaratoria de la Alianza Mundial por los Gobiernos Abiertos, protocolo que impulsa la ONU con el decidido auspicio del gobierno de Estados Unidos.

Obama es congruente con el impulso de este protocolo que demandan de los gobiernos signatarios de la Alianza transparentar sus ejercicios y a combatir la corrupción oficial.

Pero el presidente Felipe Calderón, que a escasos meses de tener abierta la disputa por la sucesión de quién tomará su lugar a partir del inicio de diciembre del próximo año, parece llegar tarde a esa cita por la transparencia y el gobierno abierto.

Y eso, que en la praxis política de México significa que ya el poder estará compartido entre el Ejecutivo y los candidatos de los partidos más importantes, Calderón se atreve a realizar el anuncio de que asumirá compromisos en cuatro de las cinco propuestas que plantea la Alianza de Gobiernos Abiertos.

Calderón, sin pensar en que ya solamente tiene escasos cuatro meses de ser un mandatario sin candidatos presidenciales en campaña que limitarán y condicionarán sus decisiones, “moralmente por supuesto”, por no decir que ya serán personajes con un derecho implícito de veto a las decisiones de Los Pinos.

Dice Calderón que en la firma que estampará hoy en compañía de los representantes de Estados Unidos, Brasil Reino Unido, Sudáfrica, Indonesia y Filipinas se compromete a “mejorar los servicios públicos”; “aumentar la INTEGRIDAD pública (como si no existieran Larrazabal y Abraham González envueltos en el escándalo de corrupción más espectacular de un docenato panista impregnado de corrupción) “administrar los recursos públicos con mayor eficiencia” y “mejorar la rendición de cuentas corporativa”.

Buenos deseos cuando ya no le queda tiempo sino para limpiar la sucia casa que está dejando a quien lo suceda en la presidencia.

Declaraciones que ante los escándalos que aparecen a diario de la corrupción de su gobierno, de los gobiernos estatales de su partido, de su antecesor el impresentable Vicente Fox y la delincuente Marta Sahagún ahora dedicados a la promoción de espectáculos masivos para el populacho con la finalidad de ganar más dinero (presentarán un concierto del guitarrista Santana próximamente en el Estadio León) pintan al mandatario Calderón como un político insensible, cínico en pocas palabras.

Obama pide, y ha estado gobernando bajo esa ética, transparencia, participación ciudadana, rendición de cuentas e innovación y tecnología.

¿Algún mexicano en sus cinco sentidos piensa que tipos como Luis Téllez, Juan Molinar, Suárez Coppel, Alonso Lujambio, el ex director del ISSSTE Miguel Angel Yunes, Ramón Muñóz hoy cobijado con el fuero del Senado; la COFETEL, la CFE, el IMSS, Genaro García Luna, Leonardo Valdés Zurita, algunos miembros del Poder Judicial y muchos ejemplos más rendirán cuentas transparentes y con ética?

Sueño imposible. Simplemente la corrupción y la opacidad son los principales rasgos del gobierno de Calderón Corrupción y opacidad que tiene como símbolos anticlimáticos el fraude de La Estela de la Luz; la Biblioteca Vasconcelos que no ha querido auditarle a Fox y la Enciclomedia que se comió enterita Marta Sahagún igual que lo hizo en el lío oscuro del CONALITEG y la enciclopedia para Padres de Familia.

Gobierno Abierto en México para Felipe Calderón ya no es posible ni en tiempo y menos, moral y operativamente, en el terreno de lo factible.

Queda la lección para Enrique Peña, Manlio Fabio Beltrones, Josefina Vázquez Mota, Ernesto Cordero, Andrés Manuel López Obrador o Marcelo Ebrard quienes buscando la presidencia de la república, pueden por empezar a releer Open Goverment, en lugar de andar repartiendo cargos y asumiendo compromisos de manera tan prematura que algunos de los mencionados precandidatos pueden hacer “pando” a su becerro.

Preocuparse es una fase de gobierno que se da antes de que llegue el momento de ocuparse en el ejercicio del poder.

No hay comentarios: