domingo, 2 de octubre de 2011

ESTAMOS A UN PASO DE COLAPSAR COMO GRECIA

COLAPSO BANCARIO A LA PUERTA: CERRARÁN 600 PYMES.

José Luis Camacho Acevedo.

Twitter: @jlca007

Hace ya algunas semanas el bufón panista Javier Lozano Alarcón, que cobra como secretario del Trabajo en el gabinete del presidente Felipe Calderón, viene fastidiando a la opinión pública mexicana con una cantaleta que trata de disfrazar el pavoroso nivel de desempleo que padece el país y por el cuál el payaso e irresponsable de Lozano Alarcón no hace absolutamente nada, siquiera para tratar de detenerlo.

Cada vez que se le ocurre, al poblano ex priísta que traicionó a al ex gobernador Melquiades Morales, ya que cuando tenía al desobligado de Lozano como representante de esa entidad en el DF, este desquiciado ya realizaba sus acercamientos con el PAN, suelta la ocurrencia de decir que el presidente nacional del PRI, Humberto Moreira, lleva un determinado número de días y no ha sacado la reforma laboral.

Esa actitud de pantomima que es muy poco digna de un funcionario público de alto nivel como lo es Lozano Alarcón, y que además encierra un peligro para inminente para el sistema bancario nacional.

Mientras Lozano se dedica a realizar política con sus chistoretes, las pequeñas y medianas empresas en México que están a un paso de cerrar pasan con facilidad de 600 mil a lo largo de todo el territorio nacional. Las PYMES son la alternativa única al desempleo que tienen los marginados que no encuentran manera de colocarse en alguna parte y optan, como recurso final, por crearse su propio trabajo.

Y de ellas dependen, según la encuesta más reciente del FMI para América Latina, en países como México, más del 60% de lo que pudiera considerarse como Población Económicamente Activa.

Los propietarios de una pequeña o micro empresa, son cerca de 19 millones de esa cifra tomando en cuenta que nuestra población ya rebasó los 110 millones de habitantes.

Si de una pequeña o micro empresa viven en promedio cinco personas en edad de laborar, y la falta de apoyo del gobierno a través de la llamada Banca de Desarrollo, que no tiene canales ni métodos eficientes para bajar recursos a las PYMES que están en una condición de apremio que los puede llevar al cierre de la fuente de trabajo, y que en lo inmediato son 600 mil las que pueden desaparecer, multiplicando por cinco el número de mexicanos que pasarían al desempleo gracias al divertido desempeño de Javier Lozano como secretario del ramo, la cifra es verdaderamente escalofriante.

Serán tres millones de mexicanos más que, en menos de seis meses, si no son refaccionados oportunamente, se sumen a los contratantes de moda. A los Zetas, a los Mata Zetas o las Mata-Mata.Zetas como comentara el maestro Rafael Cardona en el radio hace unos días.

En la subsecretaría de Economía encargada de ver las PYMES, que se encarga de la emergencia de las micro y las pequeñas, está muy descontrolado un señor que tiene apellido de carro deportivo, Ferrari, que no sabe si lo que dijo el ahora precandidato presidencial panista, Ernesto Cordero, hace más de dos meses, de que el gobierno destinaría al apoyo de las PYMES cerca de 73 mil millones de pesos, fue una frase de campaña o un compromiso formal considerando la capacidad que tiene el presupuesto para atender a las pequeñas y micro empresas.

Humberto Moreira hace bien en poner oídos sordos al reclamo de los días que le va contando Lozano Alarcón. Quien lo hace en la sucesión presidencial tratando de hacer ver mal a un personaje como el dirigente nacional del PRI, que trata de trabajar en la organización de las bases sociales, que es su tarea como organización social, y que no tiene porqué meterse en el discurso tramposo de un tipo deshonesto como Javier Lozano.

Los partidos organizan la demanda social, mientras el gobierno debe crear políticas públicas para dar solución al mayor número posible de esa demanda.

Y en México, hoy por hoy, la gente reclama sus necesidades básicas en este orden de prioridades; Seguridad Pública, Empleo, Salud, Educación y transparencia y rendición de cuentas en el ejercicio del gobierno.

Lozano Alarcón, quien se divierte en Parías con su “equipo” de trabajo, y regresa para atender su tarea “destructiva” de contar los días que Humberto Moreira no aprueba (¿) la reforma laboral.

Se ve que el dirigente partidista del mayor partido político mexicano, no pierde el tiempo en atender la vacilada de Lozano Alarcón. Y sin embargo Lozano Alarcón sigue en su tarea inútil de atacar a Moreira, tal vez cumpliendo una instrucción que presumiblemente le dio su jefe.

La consecuencia de la desaparición de 600 mil pequeñas y medianas empresa afectará sensiblemente a la cadena de provedores de las PyMES, “los dueños de las mismas-los comerciantes-y los consumidores finales.”

Toda esa cadena está comprometida con el sistema bancario nacional a través de créditos. Esa es ya la única actividad que la banca “mexicana”, que en su mayoría está en manos de extranjeros, realiza como impulso a la producción.

Todas las demás carteras del portafolio de las llamadas bancas comerciales, están diseñadas para alentar el crédito al consumo.

Si llegan a cerrar, como anuncian los cabezas de las desorganizadas pequeñas y micro empresas mexicanas, la cadena que las soporta someterá al sistema bancario que las “soporta” a una condición de cartera vencida que los puede llevar a pedir la creación de otro FOBAPROA. O cerrar.

El gobierno ya no tiene dinero para realizar una maniobra tan costosa y que salva al grupo privilegiado de los banqueros.

Otro FOBAPROA no está dentro de los recursos gubernamentales actuales, tan escasos para programas sociales, y menos para que sean bancos extranjeros los que demanden un nuevo rescate.

Pero ahora el asunto es que el rescate puede ir a parar a sistemas financieros del exterior. Y el problema de la reaparición de la cultura del NO PAGO al que se verán obligados los contratantes de préstamos que no son apoyados para seguir trabajando, se seguirá quedando en México.

Los últimos meses del gobierno de Felipe Calderón deberían de ser un ejercicio superior de autocrítica. Que los funcionarios se dediquen a lo suyo y dejen de ser protagonistas de una elección en la que su opinión cuenta menos que su voto. Que se transparente y se eficiente el uso de los recursos públicos disponibles

Los clásicos dicen: los dirigentes de partidos deben dedicarse únicamente a organizar la demanda social para presentársela al gobierno. Y el gobierno solamente debe hacer los que las leyes le mandan para resolverla.

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