ACTA PÚBLICA
Claudia Rodríguez
No mentir
La penúltima semana del año 2011 atrapó mis sentidos una película de la cual no puedo ni documentar su título, ni el año de filmada, ni tampoco los nombres de sus actores. No le voy a mentir a mis lectores, pues podría referenciarla con una búsqueda de tales datos, pero no, no los sé y tal vez tampoco importe mucho.
Lo que le puedo decir es que las escenas de aquel filme fueron reveladoras.
Los humanos tenemos la práctica común de mentir más allá de la cortesía: lo hacemos en cuestiones torales de nuestras vidas, a veces por cuestión cultural, otras por el sentido de pertenecer y muchas más por flojera o apatía.
Dos núcleos familiares se relacionaban en aquél filme. En uno el esposo, la esposa y la adolescente y en el otro la abuela y sus nietas.
La familia de la joven vivía en el apartamento contiguo al de la abuela y esperaban que falleciera para tumbar la pared que los dividía y hacer una vivienda más grande y “cómoda”. La abuela en tanto, era una anciana insufrible y directa.
El hecho es que todos los personajes se mienten unos a otros, tan sólo por no romper con la ruta trazada, y sobre todo, con sus ambiciones propias.
Es revelador cuando la chica de no más de quince años se siente más que infeliz por sus erupciones faciales y la forma de su nariz que la hacen sentir fea. Sus padres le expresan de forma reiterada que eso no la hace verse mal, que apenas se nota, pero una de las nietas --de la abuela de quien todos esperan su muerte pero aún así intentan festejarle su último cumpleaños con la mayor cortesía como para enterrar las culpas adquiridas--, le dice que sí, que su acné se ve terrible y que su nariz es realmente grande. Contra todo lo que se espera de la escena, la chica del acné, muestra una cara feliz y radiante y le dice a quien le señaló su terrible aspecto. "Me caes bien por honesta".
Así deberíamos ser todos. ¡¿No sé por qué nos empeñamos en mentir?!
Al final, la película es una lección de vida. Todos mentimos y lo peor de todo, nos mentimos.
Yo esperaría que este 2012 pusiéramos en práctica la verdad sobre la mentira cortes o esperanzadora por motivos personales o de grupo.
El 2012 se muestra incierto y parece que más crudo para los mexicanos. Un año electoral en el que verdes, rojos, azules, amarillos y de todos colores se despedazaran por un poco de poder, será un año de mentiras y de promesas sin cumplir.
La honestidad es lo que nos haría mejores en lo individual y en el interés de la sociedad.
Por lo pronto, yo les digo que aunque a veces la vida me dé reveses en el camino trazado, haré todo lo posible por seguir persiguiendo mis sueños.
Acta Divina… El presidente Felipe Calderón emitió su mensaje de año nuevo y reiteró que su Administración ha combatido al crimen organizado. Calderón destacó que en su labor como presidente de México, su objetivo ha sido luchar para tener un país más seguro, justo y próspero.
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