El "corralito" de Felipe Calderón a sus compañeros Josefina y Creel.

“CORRALITO” DE FELIPE CALDERÓN A JOSEFINA Y CREEL ES MENSAJE PARA PEÑA Y AMLO.
José Luis Camacho Acevedo.
A través del verdadero presidente del comité nacional del PAN, Juan Molinar Horcasitas, el presidente Felipe Calderón les está construyendo un “corralito” a los opositores de su delfín Ernesto Cordero.
Molinar propone celebrar una “encuesta indicativa” (¿) para que solo dos de los aspirantes lleguen el primer domingo de febrero ante los delegados panistas que definirán al candidato presidencial de esa organización.
Los aspirantes Santiago Creel y Josefina Vázquez Mota, que va muy arriba en las encuestas sobre el mencionado Creel y sobre todo de Ernesto Cordero, recelan de algo que debió realizarse desde agosto del año pasado. Es una estrategia para favorecer a Cordero, un impresentable proyecto presidencial calderonista que pese a todo el dinero que le han metido para levantarlo, simplemente el señor no repunta en los sondeos.
Para acabar de ensuciar más la intentona de ponerle las cosas a tiro de piedra a Cordero, habla el célebre dueño de “Hildebrando”, Juan Ignacio Zavala, hermano de la todavía primera dama del país, que tiene una fama de tramposo que le envidia el Zar de los Casinos.
Hildebrando dice que “la propuesta (de la encuesta indicativa) daría una idea muy clara de la correlación de fuerzas con los militantes y fortalecería a quien gane al final.”
Zavala es integrante del equipo de Ernesto Cordero y por lo mismo su opinión está completamente sesgada. Lo que hace sospechosa la forma en que se manufacturaría la encuesta indicativa, pero sobre todo quién la haría sin tener relaciones con Felipe Calderón a través de su cuñado Hildebrando, alias, Juan Ignacio Zavala.
El “corralito” estará diseñado por gentes afines a Cordero?
Molinar Horcasitas se las ingenia solito o recibe indicaciones de Los Pinos para destaparse con esa idea absurda, como lo señalan miembros del equipo de Santiago Creel.
Hace unas semanas trampearon al precandidato a gobernador de Guanajuato por el PAN, Gerardo Mosqueda, los integrantes de la comisión de elecciones panista en aquella entidad, asesorados por el gobernador más laico del país, Juan Manuel Oliva, y desde luego por el encargado de los procesos internos de ese partido José Espina.
El laico mandatario guanajuatense es también partidario de Ernesto Cordero. Y existe la versión que no han dejado llegar a los diputados de oposición en el congreso local de Guanajuato, los informes del pasivo por 10 mil millones de pesos que tiene acumulado Juan Manuel Oliva.
La explicación de su sesuda decisión de apoyar a Ernesto Cordero, tal vez obedezca a que Oliva está bajo la protección, o por la presión de la amenaza, de Hacienda que lo tiene agarrado de sus corrupciones de una manera tan fuerte como para jalarlo a la inclinación política que convenga a Calderón y a su delfín.
En 2006, las últimas cifras que cambiaron el porcentaje que hasta el cierre del PREP estaba a favor de Andrés Manuel López Obrador, llagaron de uno de los distritos ubicados en Salamanca; Gto. Esa operación le ha ganado a Juan Manuel Oliva impunidad total hasta la fecha, a pesar de haber ejercido un gobierno lleno de corruptelas y desfalcos al erario.
Pronto se sabrá con quién y cómo está negociando Oliva casos como la venta de los terrenos del Estadio León. Por eso su apuesta es definitiva, si López Obrador o Enrique Peña llegan a la presidencia de México, el nuevo secretario de Hacienda no será tan tolerante y omiso como lo fue Ernesto Cordero con los pasivos existentes en el gobierno de Guanajuato y de manera especial en el DIF estatal y la propia oficina del gobernador.
Para Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, el corralito de la encuesta indicativa es un mensaje de Felipe Calderón. Ya considerado muerto por todos los encuestólogos, Ernesto Cordero parece revivir con esta estrategia que le confeccionan como traje a la medida para que gane la candidatura los mejores sastres del rey como son Juan Ignacio Zavala y el tenebroso Juan Molinar Horcasitas.
Felipe Calderón se llevó la presidencia en el último minuto del PREP en el 2006.
Porqué no habría de hacerlo ahora nuevamente?
Ese es el mensaje para Peña y AMLO. La están jugando contra el poder presidencial de un mandatario nunca legitimado por la sociedad que es capaz de cualquier cosa por no vivir el calvario de ser un expresidente estigmatizado por sus propias acciones, no contra el ñoño Ernesto Cordero.