CALDERÓN
Y SU CÓMICA REVOLUCIÓN DE VERANO.
José Luis Camacho Acevedo.
No cabe duda que al presidente Felipe Calderón le hace falta,
urgentemente, aplicarse un tratamiento de reordenamiento de las neuronas que
todavía le quedan funcionando.
La declaración, inadmisible en un Jefe de Estado, basada en
un silogismo falsa como el que contiene su dicho “las protestas (de las marchas
anti Peña con “jóvenes que ejercen su libertad de expresión) no son contra mí”,
son un peligroso síntoma de desequilibrio mental.
¿Quién en sus cinco sentidos piensa siquiera que las
protestas por el mal gobierno de Calderón a lo largo de todo su sexenio se han
olvida por las prefabricadas marchas mal llamadas “anti Peña”?
¿Acaso lo pensarán los deudos de los recientes muertos
tirados a la vera de un camino cercano a Cadereyta Nuevo León?
O los pobres Rarámuris de la sierra de Chihuahua a quienes
seguramente ya se les agotaron las despensas que les envió Calderón para mandar
una señal de falso asistencialismo de su régimen para los mexicanos más pobres
que existen en nuestra geografía?
O Calderón piensa que la sociedad ya se olvidó, con la
indigna cooptación como candidata del PAN al gobierno del DF de la Sra. Miranda
de Wallace que parece haber cambiado la vida de su hijo secuestrado por la
ilusión de un poder que muy difícilmente alcanzará, de todos los secuestros
ocurridos en su sexenio?
Y tal vez el presidente imagine que la corrupción documentada
en la Estela de la Luz, en el manejo del contratismo en PEMEX, SCT y COFETEL ya
se olvidó por el “impacto” de una manifestación de 20 mil despistados, a
quienes ahora entronizan como líderes convocantes de las redes sociales en
México?
Eso no ha ocurrido señor presidente. Y si a López Obrador ya
se le están olvidando sus denuncias contra esos asuntos, igual que contra la
mafia encabezada, según él, por el innombrable Carlos Salinas (Por cierto los
panistas se la armaron bien a López Obrador que tomaron como señuelo la
supuesta dependencia de Enrique Peña Nieto del político más odiado del presente
mexicano con sus cartulinas alusivas a ese falso acerto de que Salinas lo
maneja, y más con el anuncio que para las siguientes marchas distribuirán miles
de máscaras del controvertido ex presidente) es tiempo de que AMLO recuerde
todaas las injusticias calderonistas que ha visto en su peregrinar por todo el
país.
No se le pide a López Obrador que apoye a la mafia de Elba,
Salinas y compañía (hasta Onésimo Cepeda cabe en ella) simplemente se le
recuerda que la congruencia lo obliga a no olvidar que el enemigo a quien hay
que vencer en julio próximo es al panismo corrupto y patrimonialista que en
doce años ha dejado a México al borde la dependencia alimentaria; endeudado
hasta las cachas y con el mayor número de desempleados y pobres que jamás
hayamos tenido en la historia.
La “cómica revolución de verano” que trata de impulsar en
México un presidente notablemente disminuido de sus facultades mentales y
consecuentemente de su capacidad de gobernar, lo que trata de realizar una
imitación extrapolada de lo ocurrido en el medio oriente en la llamada revolución
de la primavera
Ya lo intentó cuando imitó publicitando su foto donde veía la
captura de Carlos Hank, como Obama lo hizo cuando con sus gentes de seguridad
encabezados por Hillary Clinto, observaba en tiempo real el asalto al escondite
de Osama Bin Laden por un cuerpo de élite y su inmediata ejecución. Pero los
hechos demostraron palmariamente que una cosa fue el operativo de Obama contra
el líder de Al Qaeda y otra el de Calderón contra Hank.
El fenómeno que derrocó a las nefastas dictaduras en aquella
región del mundo fue prohijado por Estados Unidos y sus aliados en Europa. El
dinero que se gastó en ese lance fue tanto, que descompuso las finanzas de
Europa, que eran las más sólidas del mundo, hasta meterlos en la crisis que hoy
tiene sus puntas del iceberg en Gracia, España y Portugal y las derrotas
electorales de los líderes de Alemania y Francia.
Las cuentas de las redes sociales que convocaban en los
países árabes a la revuelta fueron creadas precisamente en Francia y Alemania.
El dinero empezó a llegarles a los rebeldes de los países del medio Oriente de
estados Unidos. Y el apoyo militar lo prestó sin limitaiones la OTAN.
En México no existen esos elementos. Y si a alguien hay que
derrocar, es a quien está en el poder. Y ese es el PAN con Felipe Calderón al frente.
Pero aquí en México no habrá necesidad de tirar las estatuas
de Maquío (que jamás apoyaría a Calderón) o derrumbar la Estela de la Luz como
en su momento lo hicieron con el muro de Berlín.
El cambio quedará resuelto el 1 de julio. Pacíficamente y con
solo dos jugadores con posibilidades: Enrique Peña Nieto con buena delantera y
López Obrador que sigue dejando muy atrás a Josefina.
Que no cunda el pánico que pretende sembrar la derecha con su
fuegos de artificios Tomando las calles, como exhortó la débil Josefina..
2 comentarios:
Pues Wallace hizó mucho por su hijo, logró moverse en el ámbito penal, eso no lo logra cualquiera, esa señora tiene un buen par de pantalones
No la tiren a la ligera esa señora es una carta fuerte, que con un poco de inyeccion estoy segura que sale adelante.
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